Una vez más, el pasado día 22 de noviembre, los socios de Salamanca Gastronómica, junto a un nutrido grupo de amigos, pudimos disfrutar de la maestría culinaria del cocinero Carlos Barco. La cita, en esta ocasión, se llevó a cabo en el Restaurante Tablanca y, rescatando la idea de las primeras gastroquedadas, se apostó de nuevo por el tándem producto de la tierra junto a técnicas innovadoras.
El cocinero Carlos Barco prepara el bombón de farinato con nitrógeno líquido
La cena se dividió en tres partes claramente diferenciadas ya desde la carta. Primero, se introdujo una serie de bocados a modo de aperitivo o tapa enmarcados en la corriente del finger-food, o comida con los dedos. El primero de estos aperitivos fue el sugus de aove y chocolate sonoro, que llamó mucho la atención por su textura y presentación.
Le siguió la combinación de chicharro, soja, cilantro, vermouth
y el caldo de hongos, nitro-foie.
Terminó el pase de esta primera parte el bombón de farinato-miel-yema-anís.
La segunda parte de la cena, ya con cubiertos, consistió en cinco platos. Primero llegó la sopa de patata y trufa, panceta lacada y gamba blanca,
a la que siguió el huevo a 65 grados, suero de Torta de San Nicolás, manzana, aceite de jamón.
Los platos de pescado fueron el foie de mar, sardina, algas, esencia de crustáceos
y el salmonete asado, cous-cous de castañas, setas.
Terminó esta segunda parte con el ibérico-Mignon, hongo, yema, espuma de mostaza.
El último tercio, titulado en carta como “Los Dulces”, lo protagonizaron dos intensos postres: la torrija de frutas y frutos secos, cheescake, vainilla,
y el Boston-Ledesma connection…, un brownie realizado con rosquillas de Ledesma que toma su nombre de las ciudades de origen de ambas elaboraciones.
La cena estuvo acompañada, además de por los diferentes tipos de pan de la casa, por un cava Gran Reserva La Finca (Raventós i Blac, D.O. Cava) para los aperitivos, un tinto Carmelo Rodero 9 meses (2010, D.O. Ribera del Duero), y para los postres un Moscatel MR (Compañía de vinos Telmo Rodríguez, D.O. Málaga).
Tradicional firma del plato de la Asociación Salamanca Gastronómica
Además de disfrutar de la cena, los socios aprovecharon para situarse en la “mesa de la cocina” de Tablanca, desde donde pudieron contemplar en directo la elaboración de todos los platos. Sin duda un festín inolvidable.
Mesa de la cocina del Restaurante Tablanca